CANENCIA

Vista aérea CanenciaEl término municipal de Canencia se localiza en la zona norte de la provincia de Madrid, en la cuenca del río Lozoya, ocupando un pequeño valle orientado al norte, entre dos estribaciones de la Sierra de Guadarrama: Mata de los Ladrones y Peña Gorda. Por dicho valle discurre el arroyo de Canencia, afluente del Lozoya.

El núcleo de población se asienta en la ladera de orientación oeste del valle, junto al arroyo Ortigal y cerca de un reguero denominado Matallana.

Los historiadores remontan su origen a la repoblación segoviana de la Sierra tras la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085, aunque algunos restos de enterramientos, encontrados al construir la vía férrea Madrid-Burgos, hacen pensar en asentamientos anteriores.

Algunos textos acreditan la utilización de su territorio para cacerías reales, diciéndose incluso que las perreras del monarca se localizaban aquí, de donde podría derivar el nombre del pueblo.Escultura canes, Canencia

Hasta su incorporación a la provincia de Madrid, en 1813, Canencia era un lugar de realengo (zonas dependientes del rey) adscrito a la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia, cuyo régimen la mantenía eximida de la mayoría de las servidumbres feudales. Su desarrollo histórico estuvo muy vinculado a la Cartuja de El Paular.

A mediados del siglo XVIII, la organización jurídica territorial seguía siendo la misma.

Habitaban el pueblo 187 vecinos, todos ellos viviendo en el núcleo, ya que no existían granjas ni alquerías. Se componía de 232 casas bajas y habitables, incluidas las del Concejo. Contaba con tierras de regadío y secano, prados, eras, pozas y dehesa boyal (terreno donde se podía pastar libremente el ganado). También existían cuatro molinos harineros y 28 colmenas. El ganado era vacuno, mular, caballar, de cerda, lanar merino trashumante y cabrío. Entre los establecimientos se contabilizaban una taberna, una abacería y carnicería, un mesón, un hospital destinado a pobres transeúntes y una herrería.Iglesia y ayuntamiento de Canencia

En la mitad del siglo XIX, ya integrado en la provincia de Madrid como municipio independiente, Canencia se había convertido en un núcleo de cierta importancia, alcanzándose los 700 habitantes y las 300 casas. Contaban, además con Ayuntamiento, cárcel y con una escuela primaria a la que asistían 80 niños.

Durante la Guerra Civil, Canencia fue un lugar de retaguardia para las tropas que luchaban en el cercano frente del Macizo de Peñalara. Se perdió casi todo el patrimonio eclesiástico, pero el resto de los edificios no fue afectado.

Los primeros servicios públicos e infraestructuras se empezaron a implantar entre 1941 y 1954: agua corriente en los domicilios, alumbrado, mejora de las carreteras. En esta época se acabó la carretera del Puerto de Canencia que conduce al pueblo de Miraflores de la Sierra. En 1943 se construyó el nuevo Ayuntamiento, en 1950 la nueva escuela y en 1958 llegó el teléfono.Campanario Iglesia Santa María del Castillo, Canencia

Actualmente la ganadería, principalmente vacuna, constituye la fuente de ingresos más importante de la población, esta actividad tradicional es ahora complementada con el trabajo en el sector de la construcción. También hay una intensa actividad agrícola, basada en la explotación de huertas y en el cultivo de cereales. Además, el turismo rural se está convirtiendo en un sector en auge.