El paisaje del monte Perímetro de Canencia destaca fundamentalmente por la dominancia del pino silvestre de repoblación, constituyendo la reforestación uno de los mayores condicionantes en la percepción visual de este paisaje.
Estas extensas masas arbóreas otorgan gran homogeneidad al monte, restando protagonismo a otras especies potenciales, como el roble melojo. Presentan una gran regularidad en su disposición y tamaño, tiñendo de cierta artificialidad la zona. Esta homogeneidad queda rota por la existencia de algún cortafuegos, caminos y la presencia de otras especies vegetales que, aunque mucho menos que las del pino silvestre, también llegan a conformar masas arbóreas relevantes, como abedulares, melojares o saucedas.
Sin embargo, pese a la indiscutible dominancia del pino silvestre, podemos encontrar una gran variedad de especies, aunque su presencia puede ser considerada anecdótica, como tejos, acebos, retamas, enebros, helechos o zarzas.
En relación con el relieve, las características que presentan, ayudan a contrarrestar la regularidad de la vegetación, pues existe un amplio espectro de altitudes y de formas de modelado. Entre estas últimas, algunas llegan a conferir un aspecto caótico al paisaje, como los berrocales, o sensación de inestabilidad, como las piedras caballeras.
También los suelos aportan heterogeneidad al paisaje, pudiendo observarse desde suelos donde predomina la roca madre dura a turberas.
El monte está surcado por una gran cantidad de arroyos, que aportan frescura al lugar y sensación de pureza por la claridad de sus aguas. La presencia de estas corrientes de agua es discontinua, apareciendo o desapareciendo en función de la época del año.
Existen ciertos elementos relacionados con la intervención del ser humano en el monte que suponen un impacto visual importante, tales como carreteras, aparcamientos y zonas de recreo, que facilitan la afluencia de visitantes lo que, en ocasiones, conlleva una ruptura de la armonía y la paz que predominan en la zona.
MONTE PERÍMETRO DE CANENCIA 