Desde que el Monte “P
erímetro de Canencia” fue declarado de Utilidad Pública en 1898 hasta la actualidad, se ha llevado a cabo un intenso trabajo de recuperación y conservación del 
bosque, ya que como anunciaba el Informe de la Comisión de Recuperación de la Cuenca del Río Lozoya en 1894: en una época no muy lejana, el melojo (bosque potencial) cubría por completo casi todo el territorio de Canencia, con existencia de 4 a 6 ejemplares de pino silvestre, acebo, tejo, enebro y abedulares junto a los arroyos; pero el bosque, por el contrario, se encontraba en estado decadente en camino de desaparecer debido a la acción combinada de pastoreo, aprovechamientos fraudulentos y roturaciones.
Posteriores estudios hídricos revelaron la disminución del caudal de agua en arroyos debido a la desaparición de la masa arbolada de los montes que, unida a la orografía del terreno y al tipo de suelo existente, provocaron el arrastre de los materiales, quedando estos compuestos por una débil capa o por la roca madre subyacente.
En consecuencia, se comienza una política de compra, expropiación, delimitación y repoblación del área del Monte “Perímetro de Canencia” llegando a la actualidad, siendo el pino silvestre el protagonista de los bosques.
Actualmente, la zona se caracteriza por la sucesión de vegetación en franjas superpuestas que constituyen los denominados pisos de vegetación, entre los que encontramos dos: piso oromediterráneo y piso supramediterráneo.
El primero comprende la franja altitudinal que va desde los 1500-1600 metros hasta las cotas más altas del monte (1863 m). El pino silvestre, originario de la Sierra de Guadarrama, es la especie arbórea dominante. Estos pinares presentan una gran homogeneidad en cuanto a composición de vegetación, debido a la regularidad y la densidad de la cobertura arbolada, aunque en determinadas zonas, esta aparente homogeneidad queda rota por la existencia de pequeños pastizales, tollas o manantiales superficiales a ras de suelo.
En las zonas de mayor elevación, encontramos comunidades edafohigrófilas estables y homogéneas, siendo el cervuno la especie más característica, acompañada de otras como festucas y agrostis.
En alti
tudes menores, por debajo de los 1800 metros, el sotobosque del pinar está conformado por piornos, enebros, especies de matorral espinoso, como la rosa, la zarza o algunos tipos de retama, y helechos en las áreas más húmedas, que se ven sustituidos por matorral xerófilo -especialmente cantueso, santolina y tomillos- en altitudes inferiores a 1600 metros sobre roquedos y lugares erosionados.
El roble melojo comienza a estar presente hacia los 1500 metros de altitud formando masas de monte bajo de gran densidad de rebrotes, aunque el pino silvestre sigue siendo dominante.
Por otro lado, en determinadas vaguadas se puede observar la presencia de pequeños bosquecillos y pies aislados de sauces, chopos y abedules, además de especies florísticas como la digitalina.
En el extremo occidental del monte, existen rodales de repoblación de pino negro y ejemplares hibridados con pino silvestre en las zonas de contacto. También se han llevado a cabo repoblaciones con abedul, avellano, chopo temblón, fresno de montaña y cerezo silvestre en determinadas áreas.
Por su parte, el piso supramediterráneo se encuentra entre los 1500-1600 metros de altitud y las cotas menos elevadas de este monte (1150 m). El pino silvestre aparece bien dominando la masa arbórea, bien mezclado con el monte bajo del roble, y presenta unas características similares a las del piso anterior.
También el sotobosque del pinar y el melojar es similar al existente en las zonas bajas del piso superior (helecho, rosa, zarza,…), apareciendo un tipo de retama-la negra- inexistente en cotas más elevadas. Por debajo de los 1350 m se observa espino albar y endrino, aumentando la presencia de matorrales heliófilos que encontrábamos en el piso oromediterráneo, como el cantueso, la santolina, la mejorana y el tomillo común.
La vegetación de ribera es, al contrario que en los cursos altos de los arroyos, bastante rica en estas altitudes, constituyendo formaciones densas que sirven de cobijo y alimento a diversas esp
ecies de aves y mamíferos. Entre las especies más frecuentes encontramos sauces, abedules, arraclanes, y especies espinosas como la rosa, la zarza y el majuelo.
Además, resultan de especial importancia los cinco árboles singulares catalogados en el Catálogo Regional de Ejemplares Vegetales y Rodales Singulares de la Comunidad de Madrid que se encuentran en este monte: el abedul del Arroyo del Toril II, el acebo del Puerto de Canencia, el alerce del Vivero de Mojonavalle, el tejo del Sestil del Maillo y el tejo de La Senda.
Por último, y aunque constituyen un reino diferente, cabe destacar determinadas especies de hongos comestibles, como el boleto anillado, el boleto granulado, el níscalo, el champiñón, la seta de cardo y la cagarria, así como otras no comestibles, tales como la falsa oronja y la amanita rosada.
MONTE PERÍMETRO DE CANENCIA 